Soy de las que piensan que una buena evaluación es
fundamental para alcanzar los objetivos que nos planteamos en la educación en
cualquiera de sus niveles. Ahora bien, ¿qué es evaluar? Para nuestros hijos y
alumnos: un sufrimiento que a la hora de un examen… las mariposas del estómago
suben al cerebro y bloquean las respuestas. Para los padres, una nota, una
calificación y la diferencia entre un aprobado o un suspenso. Para los
profesores… debiera de llegar a ser el medio mediante el cual saber si sus
alumnos dominan el tema dado y si la metodología empleada fue la más acertada.
La mayoría de los alumnos sufren de “examinitis”: puede presentarse, en su fase inicial, en niños
mayores de seis años y, a medida que van avanzando de curso, convertirse en “examinitis” aguda en una o más
materias. Pero la que más preocupa es la “examinitis”
crónica porque afecta la naturalidad del desarrollo educativo. ¿Es contagiosa?
Sí. Lo sé por experiencia propia. Desde manos frías hasta escalofríos, “un se
me olvidó todo lo que estudié”, dolores de cabeza y/o de barriga e incluso fiebre,
son algunas de las manifestaciones que pueden llegar a asociarse con el stress
que causa un examen.
Ahora bien, ¿por qué nuestros niños y jóvenes padecen “examinitis”?
Los motivos son muchos y variados. Por ejemplo: desde padres
que exigen boletines espléndidos, profesores que utilizan los exámenes como
amenazas (si no calláis os pongo un examen), alumnos con técnicas de estudio
deficientes o nulas, o que un examen o dos representen entre el 70 y 80 por
ciento de la nota final de un trimestre. Os propongo preguntar a vuestros
amigos cómo se sentían ante un examen, y mejor aún, recordad qué sentíais
vosotros, y a continuación respondan a un ¿Por qué? Allí hallaréis las causas,
los motivos.
Una colección de suspensos o bajas calificaciones son
fracasos, uno tras otro, que merman la confianza al igual que un goteo constante ahueca una
piedra.
Por otro lado, es lamentable descubrir que la educación se ha vuelto
tan técnica, tan cuadrada, “tan legal”, que ahora los exámenes son documentos,
pruebas criminalísticas y no simplemente evaluaciones de los progresos de los
alumnos. Recuerdo que cuando yo estudié secundaria, conservaba en una carpeta
todos los exámenes de cada curso ¡cuánto aprendí con ellos! En cambio hoy
observo que los chicos, en el mejor de los casos, los llevan a casa para que
los padres lo vean, firmen y sean devueltos al profesor, y a partir de la ESO
se los entregan en clase para que lo vean y diez minutos después los recogen. ¿Qué
posibilidad hay de que realmente aprendan de sus errores en ese tiempo? Si lo
que se teme es que “alteren” la evaluación, entonces apliquemos allí las nuevas
tecnologías: escanear o fotocopiar el documento para que conserve una copia el alumno
y aprenda, porque no todos tienen ni tenemos las mismas habilidades y capacidades
para aprender a resolver un examen… ¿aprender a resolver un examen? Sí, saber
cómo cumplimentar correctamente un examen es muy importante. No basta con
estudiar, memorizar y comprender un tema para luego “vomitarlo” negro sobre
blanco en sesenta minutos, pero de esto ya hablaré en otro post.
Es muy interesante y concuerdo contigo sobre el síndrome de "examinitis", lo que denomino desde el enfoque conductual, " el temor a presentar exámenes" y ciertamente, el que el alumno analice con detenimiento el examen realizado y evalúe cuáles fueron sus desaciertos, es de suma importancia para el proceso de aprendizaje. Actualmente el sistema educativo venezolano se ha deteriorado tanto, que el docente se ve obligado a evaluar a los alumnos las veces que fueren necesarios. Se trata de pasarlos porque sí. La normativa a implementar obliga al docente, prácticamente, a pasarlos porque sí. Lo importante son las estadisticas...
ResponderEliminarEs muy triste lo que comentas. Si hasta ahora los venezolanos que continúan sus estudios en el extranjero se distinguen por su bagaje, dentro de poco pasarán a ser rechazados o a cumplir largas listas de espera, no por ser venezolanos, por supuesto, sino por su bajo nivel educativo.
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